martes, 30 de junio de 2015

Una perspectiva histórica de la TI (XXII): una arquitectura para el negocio digital

Como hemos visto, en los últimos años han surgido una serie de necesidades nuevas y perentorias que presionan sobre las áreas de TI de las empresas.  Las arquitecturas de las décadas anteriores ya no pueden soportar las mismas y requieren de elementos adicionales.  Las empresas van aceleradamente hacia el mundo digital, es necesario diseñar una arquitectura informática que apoy y soporte esta transformación.

En 1997, Don Tapscott describía así las etapas de transformación de la empresa a través de la tecnología.  Ha demorado, quizás más de lo que se pensaba en ese momento, pero el "negocio interconectado en red" ha llegado.


Con bastante visión, Tapscott ya hablaba de transformación digital del negocio, anticipándose a muchos cambios que entonces parecía de ciencia ficción y ahora son reales.


El paradigma de la "empresa ampliada" (que ya describimos), también empieza a quedarse corto.  Las integración de Sistemas deseada con proveedores y clientes estaba basada en relaciones a largo plazo, siguiendo los principios de integración de la cadena de valor, optimización de procesos y just-in-time. Estos procesos de generación de confianza e integración entre sistemas podían tardar años, porque iban a durar mucho tiempo,

La realidad actual es que la dramática reducción de los ciclos de vida de producto, propia del mundo digital y la volatilidad del mercado hace necesario un modelo que permita una respuesta mucho más rápida.  Las relaciones cambian muy rápidamente y es necesario llegar a nuevos segmentos de clientes, o cambiar los medios de contacto con ellos, o redefinir periódicamente la cadena de aprovisionamiento.

Además, si antes se consideraba que la TI era un factor estratégico del negocio para obtener ventajas competitivas, hoy en día, para muchas empresas, la tecnología ES el propio negocio.  Basta mirar a la industria de entretenimiento (cine, música, video), las entidades bancarias o el turismo. El propio software, su aceptación, la experiencia de usuario, su eficiencia determinan el éxito o fracaso del propio negocio.

No obstante, las empresas demanda esta mayor agilidad sin descuidar las variables clave que debe controlar cualquier área de Sistemas: disponibilidad de servicio, tiempo de respuesta, atención al usuario, control de costes, seguridad de la información.  Una buena descripción de esta problemática puede encontrarse en esta nota.

Para construir una arquitectura de Sistemas existente muchísimos modelos teóricos. Algunos más generalistas y otros más orientados a un sector en particular, sea privado de Gobierno.  No vamos a entrar a describir los posibles modelos, sólo vamos a indicar algunas algunas tendencias y reglas prácticas para definir una arquitectura de Sistemas en estos días.  Sólo diremos que los principales factores que interactúan o influyen sobre la arquitectura en general no han cambiado:

  • La Organización
  • La Estrategia de Negocios y Competitiva
  • las Tecnologías Habilitantes y las Oportunidades Potenciales que entregan
  • La Situación Actual: no basta un modelo teórico partimos de un mapa de sistemas e infraestructuras existente, que no se puede liquidar de una día para otro.


Tendencias de diseño para la época actual

En los años ´90 todavía de discutía entre modelizar los procesos de una Compañía en torno a las funciones (actividades) que se desarrollan, más sujetas cambios, o e torno a los datos, más estables.  Actualmente, el resultado está claro: han ganado los datos.  En la construcción de una arquitectura empresarial, el elemento central son los datos.  Los datos se capturan y se procesan muy cerca de la fuente donde se originan (sea un sensor remoto o un red social), lo cual elimina la necesidad de una serie de actividades anteriores, dirigidas al tratamiento de los datos.  Un modelo actual es data-céntrico, como se representa en el gráfico de abajo.

Fuente:http://www.ebizq.net/blogs/enterprise/2009/11/eight_reasons_why_data-centric.php​

Consiste en nada menos que agregar todas las fuentes de datos de la organización (internas y externas), estructuradas y no estructuradas, y crear una representación en este repositorio central, con las interfases correspondientes a todas las aplicaciones de negocios que controlan estos datos.  Por supuesto, con una capa de políticas (Governance) acerca de la privacidad, confidencialidad y publicidad de los datos, y un conjunto de herramientas de seguridad para asegurar su cumplimiento.

Comenzando por diseñar este modelo, ¿Cuáles son los elementos diferenciales a tener en cuentas?

  • Estándares abiertos (API/SOA): si en el pasado teníamos tiempo para diseñar integraciones a medida con nuestros business partners (clientes corporativos y proveedores), actualmente necesitamos crear estas relaciones muy rápidamente.  Las demandas son cmabiantes y ciclo de desarrollo muy corto.  Para esto es necesario partir siempre de diseñar interfases abiertas, bien documentadas y basadas en estándares conocidos de manera que la integración con nuestros sistemas sea sencilla.
  • Gobierno de la Cloud: hay que acostumbrarse a que en toda gran organización al menos una parte de los servicios informáticos provendrán de la Cloud por una combinación de factores (ahorros provocados por la economía de escala, agilidad y rapidez de implementación, etc).  No se puede impedir o luchar contra esto pero se puede intentar gobernarlo.  Actualmente existen numerosas herramientas en el mercado (Cloud Access Service Brokers, como indicaba aquí) que permiten a las áreas de TI regular y optimizar el acceso de los servicios en la nube, dándole un sentido corporativo, reduciendo los riesgos y optimizando costes.  Toda nueva arquitectura debe incluir una capa de gestión de los elementos de TI, que se ubiquen en la nube.

    Un caso particular dentro de este campo es la gestión de los dispositivos móviles.  Anteriormente esto entraba casi en el terreno de los servicios generales.  Actualmente, un smartphone reúne capacidades de un terminal informático más, por lo cual las empresas están empezando administrarlos como tal.  Debido a esto se ha generalizado el uso de herramientas de MDM (Mobility Device Management), que permite gestionar remotamente el dispositivo según las políticas de empresa y, además, gestionar la creciente tendencia al BYOD, permitiendo separar adecuadamente el espacio privado del empresarial.  Esta es otra pieza clave de governance en la compañía.
  • User-Generated Content: el mapa de datos no debe limitarse al generado por las aplicaciones de negocio.  Una representación moderna debe incluir los datos estructuras o no estructurados generados por los terceros que se relacionan con la compañía, a través de las redes sociales.  Estos datos, convenientemente explotados, aportan mucha información sobre aspectos sensibles a muchas áreas de la compañía: markéting, reputación, marca, fidelización, gestión del riesgo son procesos que se ven muy beneficiados por esta explotación.  De allí la necesidad de identificar sus posibilidades de aprovechamiento, las herramientas y la infraestructura necesaria para lograrlo.
  • Master Data Management: si queremos maximizar la explotación de los datos y establecer correlaciones entre ellos, deberemos dedicar tiempo al análisis de datos (Big Data Analytics).  Así podremos ver el repositorio de datos en su conjunto y encontrar maneras de relacionar datos de diferentes fuentes con un objetivo común. O de determinar carencias en la recolección y procesamiento de datos que puedan ser corregidas.  Además, es necesario resolver cuestions sobre la conservación, privacidad y cumplimiento de la regulación en cuanto a los datos.

En mi opinión, el diseño de una arquitectura moderna pasa por tomar un modelo de los ´90 de "empresa ampliada" (que ya anticipaba bastante bien esta nueva realidad) y adaptarlo teniendo en cuenta estos elementos. Por supuesto, es una simplificación y generalización.  Muchos sectores han sufrido cambios más dramáticos o están sujetos a nuevas regulaciones, a los que deben adaptarse, pero es un punto de partida para un trabajo cada vez más complejo.