lunes, 8 de junio de 2015

Una perspectiva histórica de la TI (XI): la posburbuja, las consecuencias



El principal problema de la burbuja fue que actuó como una tremenda “diversión” del proceso evolutivo que habían llevado adelante las corporaciones, que cada vez aplicaban más la tecnologías a su negocio.  Sobre todo en los años 1998 a 2000, las iniciativas de Internet absorbieron una enorme cantidad de recursos en las empresas tradicionales, “secando la plaza” para otro tipo de iniciativas.   Esto se pagaría en los años siguientes, con una brutal reducción de presupuestos de TI.

Los directivos y ejecutivos de las corporaciones se sentían engañados, timados, habían apostado por la nueva economía y esta les respondía destruyendo valor y defraudando expectativas.  No se había alcanzado ninguno de los objetivos a los que se pretendía llegar.  Por eso aplicaron un castigo durísimo.  No hubo durante varios años, dinero ni apoyo político para invertir en iniciativas de TI, y muchos menos de Internet.

A esto hay que sumar, con menos importancia, el efecto 2000.  Desde 1995 en adelante ciertos analistas, prensa y consultores alertaron sobre la posibilidad de una crisis informática en el año 2000, debido a que una gran parte del software histórico, pero todavía en operación, había sido diseñado para operar con sólo dos dígitos para el año.  Mientras el número crecía no pasaba nada, pero al llevar a cero esta cifra, ciertos algoritmos informáticos podían empezar a fallar, con la consecuencia de que muchos sistemas se detendrían o trabajarían erráticamente.
 
Un ejemplo del mensaje catastrófico alrededor del problema del año 2000
La amenaza era real, sobre todo en las empresas que utilizaban software más antiguo, heredado de los grandes equipos.  Muchos bancos, empresas de tarjetas de crédito, gobiernos, líneas aéreas, todavía utilizaban este código antiguo.  Esto afectaba también al software interno de hardware y software de base (incluso muy reciente). Pero la respuesta de la industria al problema fue que las empresas debían invertir una enorme cantidad de dinero en Y2K compliance.

Fabricantes de hardware y software salieron a vender sus nuevas versiones “compatibles año 2000”, consultores ofrecían servicios de asesoramiento, cambio de sistemas y transformación de programas.  Software factories se montaron con profesionales con conocimiento de los antiguos lenguajes de programación para reparar el código y en consecuencia las empresas gastaron otra masa de dinero en asegurarse de superar la crisis del 2000.  Hubo una cierta decepción cuando tras el gran día no se apreciaron grandes problemas en las empresas (se suponía que no todas habrían llegado a tiempo o lo habrían hecho bien), pero la realidad es que hubo muy pocos problemas.  Otros empresarios se sintieron timados.

La industria tecnológica “madura” sufrió el parón por dos vías distintas.  Por un lado perdieron a sus clientes .com, que habían empezado a ser una fuente interesante de ingresos, sobre todo para los productos más modernos e innovadores.  Habían dedicado además una enorme cantidad de recursos a la I+D, sobre este subsector que ya no podían aprovechar.  Por otro lado, pagaron la reacción de las corporaciones “brick and mortar”, que tampoco les compraban en la misma proporción anterior.

Por otro lado, tanto unas como otras, habían perdido miles de excelentes profesionales, migrados a las .com, que actualmente se hallaban en el paro y sin poder volver a contratarlas, porque ellas mismas estaban reduciendo personal. Esta fue la primera crisis grave que sufrieron los fabricantes de las tecnologías que habían despuntado en los ´80: Microsoft, Cisco, Intel vieron como sus ventas caían y el valor de sus acciones se desplomaba.  Todos tenían productos excelentes que nadie utilizaba.

Empezaba un dura travesía por el desierto....

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