Curiosamente, fue el ya maduro sector informático el
que reaccionó con cautela y cierta desconfianza a la expansión de
Internet. Los fabricantes de software y hardware tardaron bastante en
interpretar este fenómeno. Empresas innovadoras como Microsoft, Apple,
Intel o la propia IBM no parecían entender muy bien el fenómeno y como
participar en él, o inclusive se pusieron abiertamente en contra. La
realidad es que esta era la primera vez en su historia, que se desataba un
fuerte cambio tecnológico, que no habían desarrollado ellas mismas y no habían
sabido prever, ni estaban preparadas para afrontar.
Esto abrió la puerta a la entrada en el mercado
informático de una cantidad de nuevas empresas creadas por una mezcla de
ingenieros informáticos, emprendedores de otros sectores y simples oportunistas
que sí supieron ver el nuevo negocio que se estaba generando alrededor de
Internet. Hablamos de “alrededor de Internet” porque detrás del negocio
básico del “acceso” a la misma empezaron a aparecer una serie de negocios
colaterales que sólo permitía la aplicación de Internet. Este fue el
origen de las “empresas de Internet”.
Además, los primeros visionarios tuvieron realmente un
éxito considerable. Los primeros proveedores de acceso encontraron
el terreno libre para moverse. Las compañías de telecomunicaciones y de
medios no parecían interesadas en vender conexiones de Internet al público,
como dijimos, con poco capital se montaba una empresa y se podía vender
conexiones a precios hoy relativamente altos, lo que les daba una rentabilidad
aceptable. Por lo demás, para apalancar su propio negocio vieron
necesario participar en la creación de contenidos que hicieran más interesante
a la red y así atraer más público a la misma. Así comenzó el negocio de
diseño de páginas web, creación y administración de contenidos propios y de
terceros.
Otros emprendedores vieron la necesidad de crear mejores
herramientas y de mayor facilidad de uso para permitir a más personas la
navegación en la red y el aprovechamiento de todas su capacidades (envío de
textos, sonido, video, chat, transferencia de archivos). Entonces surgió
un subsector de empresas que desarrollaban software especializado en explotar
las características de Internet: software de navegación, correo electrónico,
chat, etc).
Finalmente, desembarcaron aquellos que vieron en
Internet la posibilidad de establecer nuevas reglas o modelos de negocio para
el comercio tradicional como la venta de libros o de registros musicales, los
servicios financieros y demás. A este tipo de iniciativas se las agrupó
bajo el nombre genérico de e-Business o negocio electrónico. Ya veremos
que tipo de influencia tuvo este movimiento en las grandes empresas.
Este fenómeno de emprendedores de Internet se originó
y desarrolló primero en los EE.UU. por su mayor escala y el grado de
popularidad de las nuevas tecnologías (más el apoyo del Gobierno y de la
prensa), pero la inexistencia de barreras de entrada y la propia concepción
internacional de Internet hizo que, a diferencia de las otras olas
tecnológicas, se expandiera mundialmente en un muy corto período de tiempo. En
Europa, Japón, Asia e incluso en regiones subdesarrolladas como América Latina,
Internet tuvo un desarrollo excepcional.
Ahora bien todo este fenómeno estaba sucediendo al
mismo tiempo que se daba la evolución de las arquitecturas empresariales que
describimos en el capítulo anterior. Pronto sus caminos se cruzarían.
En este punto podemos definir a las “empresas de
Internet” como todas aquellas cuyos ingresos derivaba en más de un 50% de la
actividades relacionadas con Internet. Según la clasificación del portal
internet.com, se pueden clasificar en 7 subsectores:
1. E-tailers e E-commerce: compra/venta
de bienes y servicios mediante el uso de Internet
2. Software: software que permite a compañías e
individuos conectarse, crear y controlar su acceso y presencia en Internet
3. Facilitadores: creación, suministros e inversión en
tecnologías o servicios que permiten a algunas firmas operar web sites,
servicios y negocios
4. Seguridad: desarrollo de software y servicios que
protegen web sites y usuarios de fraudes, hurtos y accesos no autorizados
5. Contenidos y portales: edición de
datos e información
6. Banda ancha e infraestructura:
Internet por cable, ADSL y otras infraestructuras y servicios de Internet de
nueva generación
7. ISP: Proveedores de servicios de
acceso y presencia en Internet
El paradigma de las empresas de Internet fue marcado
por Netscape, creada en 1995, que fue el ejemplo y modelo a seguir por miles de
entusiastas empresarios del sector. Un emprendedor, fundador en el pasado de
Silicon Graphics, Jim Clark, se asoció con un brillante ingeniero, Marc
Andreessen, que había logrado con un grupo de estudiantes, un navegador en
Internet. Este nuevo concepto de programa en la red, fue llamado Mosaic.
Pronto, un millón de personas tenían Mosaic instalado
en su PC, ya que el mismo se distribuía gratuitamente. Constituida la sociedad
entre Clark y Andreessen para explotar esta innovación, la empresa balo el
nombre de Netscape lanzó su primer navegador, denominado Navigator en Octubre
de 1994. Y produjo un impacto aún mas grande que el que había logrado el
Mosaic. La compañía creció desde tener 3 empleados en Abril de 1994, hasta
tener 100 hacia la navidad de ese mismo año. y a 2600 a los tres años
siguientes.
Kleiner Perkins una empresa de capitales de riesgo,
invirtió $5 millones por el 20 por ciento de la empresa. Y la inversión se
convirtió en $765 millones. Al comenzar a cotizar en bolsa, el 8 de Agosto de
1995, Netscape y sus agentes de emisión tuvieron que fijar un precio para los
cinco millones de acciones que iban a ser ofrecidas al público al día
siguiente: $28. Al día siguiente, los eufóricos empleados de Netscape se
reunieron en torno a los terminales de computación de la empresa, aguardando el
comienzo de la ronda en Wall Street. Eran las 6:30 de la mañana, debido a la
diferencia horaria. Pero cuando abrió el mercado la acción de Netscape no se
cotizaba. El precio de la acción subió a 741/2 y para la caída de la tarde
había descendido a 581/4. La capitalización de la empresa ese día valía $2300
millones, mas del doble de lo que Apple había conseguido en su primer día de
cotización.
¿ Cuáles eran las razones de éste éxito ? Un mercado
creciente, escasa competencia, los grandes jugadores mirando desde afuera,
ahorristas codiciosos buscando fuertes rentabilidades, fuerte especulación: una
serie de factores habituales en la economía tradicional. Pero lo
que se desató a continuación fue una euforia sin precedentes que arrastró a
todo el sector y a las grandes corporaciones de una forma difícil de prever.
El éxito de Netscape desató a una serie de
emprendedores que intentaron emular el éxito de la misma. Dado lo
novedoso del subsector a los analistas les resultaba muy difícil evaluar los
planes de negocio, y hacer proyecciones realistas, pero en el clima de
optimismo que se había desatado nadie quería quedarse atrás y se hacían
pronósticos nada conservadores.
Miles de nuevos emprendedores se abalanzaron con
nuevas ideas sobre los fondos de capital de riesgo, solicitando financiación
para iniciar nuevos proyectos empresariales relacionados con Internet. La
posibilidad de hacerse rico a los 30 años era un realidad palpable para mucha
gente. Los propios fondos casi se veían en la obligación de apostar por
los nuevos emprendimientos, a veces sin mucha claridad, buscando las altas
rentabilidades que ofrecían estas compañías. La cotización bursátil se empezó a
disparar en el Nasdaq, lo que reforzaba esta tendencia. Nadie quería quedar
afuera de esta experiencia. Varios países crearon mercados bursátiles que
imitaban a este.
Los fondos apostaban selectivamente, es cierto, pero
muchas veces compraban participaciones deslumbrados por los antecedentes de los
fundadores (ingenieros o empresarios con brillantes credenciales académicas), o
modelos de negocio bien concebidos basados en proyecciones de crecimiento de
Internet indudablemente optimistas (vistos hoy, en ese momento nadie se animaba
a pronosticar lo contrario viendo el éxito que obtenían las nuevas empresas y
el fenómeno de los últimos años de expansión).
Era el viejo fenómeno de la “profecía
autocumplida”. Como los operadores confiaban en las empresas de Internet
compraban sus acciones, y éstas subían de precio, lo que parecía darles la
razon y volvía a comenzar el ciclo alcista. Y esto en compañías que
tenían meses de su fundación y que, muchas veces, ni siquiera había generado
ingresos propios todavía. Pero el optimismo de que alcanzaran el éxito y
la fé del mercado en los modelos de negocio y las proyecciones era absoluta.
La disparada de la burbuja sumió a los economistas,
analistas y consultores en la confusión. No estaban preparados ni habían
previsto un fenómeno así, pero a riesgo de quedar desfasados (o vistos como
unos tontos), en lugar de buscar la explicación del fenómeno según las reglas
anteriores, empezaron a diseñar teorías extrañas para “racionalizar” lo que
estaba ocurriendo. Algunos empezaron a hablar de la “nueva economía”, una
economía donde las viejas reglas de la macro y microeconomía habían quedado
superadas y debían ser re-escritas.
El éxito que tuvieron estas teorías pronto hizo que
toda la comunidad de economistas, consultores, prensa económica y analistas de
todo tipo se sumara y se adaptara a estas tendencias. Tengamos en cuenta
que esta comunidad era la principal formadora de opinión que influía en las
decisiones empresariales de las grandes corporaciones. Estas teorías
realimentaban las fantasías de los emprendedores, que vieron mejores
justificaciones y fundamentos para sus planes y modelos de negocio.
Esta situación terminó por desconcertar a las grandes
empresas “tradicionales”, que despectivamente empezaron a ser llamadas “brick
and mortar”, y al propio sector informático. La situación empezó a
erosionarlas y dañarlas: las acciones de las empresas de Internet desviaban
inversores que antes apostaban por ellas y hasta empezaron a sufrir (sobre todo
la industria informática) una sangría de excelentes profesionales que se iban a
formar sus propias empresas o se integraban en novedosas empresas de
Internet. Esta sangría se explica también en las extraordinarias
posibilidades de remuneración que ofrecían estas empresas.
Uno de los mecanismos más utilizados en EEUU para
premiar a ejecutivos y trabajadores era el de “stock options”, es decir, la
entrega de acciones a precios subsidiados al personal de una empresa para
hacerse efectivos luego de un período de tiempo más o menos largo (1 a 3 años).
Muchas empresas del sector informático había utilizado esta técnica desde
siempre. Pero las empresas de Internet empezaron a ofrecer “stock options” de
sus compañías a nuevos ejecutivos o trabajadores contratados en un momento en
que éstas se disparaban hacia arriba.
En pocos meses, un ejecutivo podía tener la sensación
de que era millonario, solamente con multiplicar el valor de sus opciones por
la cotización del Nasdaq. Digo la sensación porque la realidad era que
hasta que pasara el plazo para la efectivización de sus opciones, estas no
valían nada y él quedaba “atado” a la compañía. No obstante, en un
mercado permanentemente alcista y con un optimismo desenfrenado muchos dieron
el salto hacia Internet, esperanzados en hacerse millonarios en unos pocos años
de trabajo, contra los muchos años que llevaba hacerse de unos ahorros en la
empresa tradicional.
Si bien no entendían muy bien lo que estaba pasando,
decidieron por instinto acompañar la tendencia general y no quedar fuera de la
“nueva economía”. Así fue cómo las grandes empresas “tradicionales” y el
sector informático se volcaron masivamente a Internet. La pregunta que
todas las empresas se hacían y para responderla contrataban consultores para asesorarse
era: ¿ Cómo hago para adaptarme al e-Business ?
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