martes, 9 de junio de 2015

Una perspectiva histórica de la TI (XII): la masificación de las tecnologías de empresa



El cambio de foco en los negocios

Paradójicamente, entre los años 2001 y 2004 en los que la evolución tecnológica de las empresas (o particularmente de las grandes corporaciones), pareció estancarse se producía un importante cambio cultural.

La enorme infraestructura y los desarrollos tecnológicos, construida en los años anteriores para albergar a la “nueva economía” encontró otros fines, para los cuales no había sido pensada.  A principios de los 2000 comenzó la verdadera masificación de las tecnologías digitales.  Esta masificación se demuestra en la explosión de la demanda de 3 elementos:

·       el acceso a Internet de banda ancha por parte de los usuarios residenciales (no ya de empresas)
·       las nuevas tecnologías de comunicación móvil para personas: SMS, GPRS, UMTS, Wi-Fi
·     los nuevos dispositivos electrónicos para el ocio/confort personal (reproductores MP3, DVD, TV digital o interactiva y otros)

El auge de la banda ancha

El colapso de las “empresas de Internet” alcanzó básicamente al subsector 1 de nuestra clasificación (http://gestionyti.blogspot.com.es/2015/06/tecnologia-informatica-para-la_2.html)  y, por ende, afectó gravemente los ingresos de los subsectores 2 a 5, aunque no con la misma magnitud.  No obstante, las empresas de este pudieron sobrevivir mediante los ingresos que les proveían los clientes tradicionales “brick and mortar” y mediante un proceso de concentración que llevó a la absorción de compañías pequeñas por otras más grandes e incluso por jugadores del sector informático más maduro.

Pero al mismo tiempo, los ingresos de los sectores 6 y 7, los proveedores de acceso, no dejaron de crecer.  Como dijimos antes, Internet surgió más como un fenómeno cultural que como un sector industrial en si mismo, y los crecientes usuarios de la red (estudiantes, profesionales, pequeños empresarios, artistas e intelectuales), seguían demandando más y mejores servicios.

La rápida evolución de los contenidos multimedia en Internet provocó una enorme demanda de ancho de banda para acceder a los mismos.  A principios de 2000 las originales páginas web conteniendo texto e imágenes estáticas habían sido reemplazadas por una multitud de contenidos: video, animación, audio,  que demandaban cada vez más ancho de banda.  En consecuencia, el acceso a estos contenidos se hacía cada vez más lento por los medios tradicionales.

Se traslucía nuevamente el problema de la “última milla”, es decir, el contenido circulaba a gran velocidad entre los servidores troncales de los grandes operadores de Internet (las empresas de telecomunicaciones nacionales en general), pero perdía esa velocidad en el trayecto del ordenador del usuario por vía telefónica, al servidor de su ISP.  Por más que se ampliaran los recursos del servidor, el límite estaba en la tecnología del tradicional “alambre de cobre” de la línea telefónica.  Si no se resolvía este problema, el desarrollo futuro de Internet estaría comprometido, muchos servicios interesantes estarían fuera del alcance de la mayoría de los usuarios.
 
La solución se encontró brindando acceso a Internet por medios más eficientes que las líneas tradicionales de voz:

·       ADSL: este mecanismo permite reutilizar la línea telefónica tradicional haciendo un uso más eficiente del ancho de banda del par telefónico, colocando 2 módem/s conversores, uno en la casa del cliente y otro en la central telefónica.  Con una moderada inversión, las operadoras de telecomunicaciones, empezaron a convertir sus centrales para ofrecer este servicio a sus clientes.
Adaptador de ADSL para la línea telefónica

·       Cable/MODEM: en los países con una red de TV por cable muy extendida (caso Argentina), la infraestructura de cableado coaxil ofrecía un ancho de banda disponible mayor que la línea telefónica y con una escasa inversión llegar a la casa de todos sus clientes con un servicio superior.  Este mismo servicio, fue en menor medida imitado por operadoras eléctricas que también llegaban con su cableado casa por casa.

Cable módem con puerto para el cable coaxial


 ·   Radiofrecuencia: en países con amplia cobertura de radio/satélite como los EE.UU. la alternativa de recibir señal de Internet por radio con un gran ancho de banda empezó a ser posible cuando se construyeron receptores suficientemente portables a costes razonables.  Una variante de esta tecnología era UMTS para brindar una gran ancho de banda por medio de terminales de telefonía celular.  

 
Antena satelital para acceso a Intermet
Mediante la difusión de estas tecnologías la cantidad de usuarios de Internet de banda ancha se multiplicó en estos años, tanto en el ámbito de los usuarios domiciliarios como en el de las pequeñas empresas. 

A finales de 2005, la cantidad de usuarios de banda ancha alcanzó al 50% de la comunidad total de usuarios de Internet en el mundo.  La implicancia de este fenómeno es trascendente, nunca hubo tanta gente con la capacidad de acceder a servicios informáticos de última generación, desde sus hogares y lugares de trabajo. 

La consecuencia de esta situación es que el mercado alcanzó la “masa crítica” necesaria para hacer rentables algunos servicios, que de otra manera no hubieran podido darse en forma masiva, y que hasta el momento sólo eran explotados por las redes empresariales. 

Es el caso de la distribución de vídeo y audio on-demand por Internet.  Lo que antes estaba limitado a receptores especiales con su propia red (radios y TVs), actualmente puede ser descargado por una conexión de banda ancha en un ordenador para ser visualizado no sólo en tiempo real, sino en el momento en que lo desee el usuario.  
Internet llega al hogar

Hoy en día uno puede escuchar cualquier radio del mundo por una conexión de banda ancha, sin necesidad de contar con receptores especiales, de onda corta, ni estar en un lugar geográfico determinado.  Así como descargar, grabar o escuchar los programas o archivos de audio en cualquier momento, inclusive traslandándolo a un dispositivo portátil.

Asimismo, empezó a aparecer con fuerza una nueva línea de negocios informáticos: la domótica. Lo que antes aparecía solamente en publicaciones futuristas, empieza a ser posible por la progresiva masividad del mercado (y la consecuente bajada de costes), además de una tecnología cada vez más madura.

La domótica nos permitirá conectar en red prácticamente cualquier dispositivo electrónico del hogar, y no sólo eso, sino también acceder y controlar los mismos fuera de casa, a través de una conexión de banda ancha.  Por este medio, ya podemos instalar cámaras que nos transmitan imágenes en tiempo real desde nuestras casas, controlar los equipos de frío y calor, programar el funcionamiento de determinados aparatos.

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